EL CUIDADO DE LA ORTODONCIA
Para corregir maloclusiones dentarias o prevenir y corregir la desarmonía de los dientes, la mordida y la posición de los maxilares, el uso de la ortodoncia está cada vez más extendido entre los pacientes.
Tipología
En los tratamientos de ortodoncia, encontramos dos tipos de aparatos: los removibles y los fijos. Los primeros se pueden extraer y colocar en cualquier momento. Su mayor ventaja reside en que, una vez quitados, la limpieza bucal se realiza exactamente igual que como habitualmente. Como añadido, el paciente debe hacer hincapié en realizar una higiene adicional de estos para combatir el acúmulo de biofilm oral que puede acumularse entre los mismos. Por ello se recomienda cepillarlos bien antes de guardarlos en su estuche y también utilizar comprimidos limpiadores en los que dejarlos en solución para eliminar los restos de alimentos y biofilm adheridos.
En cuanto a la ortodoncia fija, debido a la dificultad de eliminación del biofilm oral en zonas altamente retentivas como las que ofrecen los brackets, esta requiere una especial atención en la higiene bucal diaria; además, es sumamente importante, ya que normalmente los pacientes con ortodoncia fija pueden tener complicaciones durante su tratamiento, las más comunes son el mal aliento por acumulación de restos de comida, inflamación gingival debido a la complejidad de la eliminación del biofilm, ulceraciones por el roce de los aparatos, etc.
Tanto si se usan de uno u otro tipo, los especialistas ortodoncistas recomiendan ciertas pautas alimentarias y aumentar los hábitos de higiene para mantener una correcta salud bucal. Evitar alimentos duros como los frutos secos, el pan tostado, los huesos y semillas, o pegajosos como las golosinas, los turrones o los chicles; o no usar los dientes para “cortar” alimentos o morder objetos en sustitución de un cuchillo o tijeras, son los mejores consejos para no estropear la ortodoncia.
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